domingo, 19 de octubre de 2008

UNA OPINIÓN COMPARTIDA.

EFECTO CATAPLASMA
Tomo prestado este balcón un rato para ejercer la voz de la elefanta vieja, que alerta de peligros, que anuncia donde hay agua, que muestra los caminos aprendidos a fuerza de los años y las hambres vividas. Esta vez, buscando un buen augurio, hablaré de deseos.
Dicen que los cuentos saben, y creo que sí.
Voy a pedirle a un cuento sus buenas enseñanzas, para probar a aplicarlas a nosotros, los maestros y las maestras de a pie, como una cataplasma calentita, a ver si tenemos suerte, y nos hace ese efecto curativo y esperanzador que tanto nos convendría. Se trata del cuento de “Estrellita de Oro”, en el que aparece una anciana, mágica y sabia, que premia a la protagonista del cuento por su bondad, regalándole tres “gracias”:
  1. “Que cuando te peines, caigan perlas.

  2. Que cuando te rías, caigan rosas.

  3. Y que cuando te metas la mano en el bolsillo, encuentres siempre dinero”.

Pues bien, jugando a fabular y a soñar nuestro oficio, quizás podríamos formular estos tres dones de otra manera:

  • Que podamos los maestros generar desde nosotros mismos “perlas” de pensamiento puro, genuino, sin copia, venido de nuestro interior, filtrado a través nuestro.

  • Que podamos obtener ”rosas”, es decir, alegrías al estar ejerciendo nuestro oficio teniendo las ganas puestas en él. O sea, que nuestra tarea pedagógica forme parte de nuestro deseo, que queramos ser maestros.

  • Que podamos disponer de “dineros”, es decir, que tengamos el bolsillo lleno de recursos pedagógicos, a base de nuestro esfuerzo en formarnos, en trabajar con otros, en estar pendientes de aprovisionarnos siempre.

Creo que éste sería un perfil de maestro al que aspirar y por el que luchar: Un maestro pensante: reflexivo, autónomo, original, genuino, capaz de asumir su saber y su no-saber. Un maestro amante: implicado, afectuoso, sensible, escuchador, enamorado de su trabajo. Un maestro potente: curioso, abierto al saber, con recursos, con formación, en búsqueda siempre, en compañía de los demás.

En resumen, un maestro vivo, acompañante del niño en su viaje hacia el saber, hacia los otros, hacia la vida.


Mari Carmen Díez Navarro.


Me sumo a esta opinión de Mari Carmen Díez Navarro que he sacado de su página.

Para quien quiera conocer más sobre esta maestra que este año a obtenido el "Premio Aula al Mejor Libro de Educación y de Divulgación Educativa" os recomiendo su página, además de la lectura del libro: "Mi escuela sabe a naranja"

http://www.carmendiez.com/

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